Como comprar un diamante: Guía definitiva

Cuando vamos a comprar un diamante, tenemos que abordar dos frentes. El primero, el aspecto estético. El segundo, el aspecto técnico. Tan importante es su apariencia como la pureza del mismo, por eso no debemos pasar por alto todas las características que definen ambos aspectos. Hoy nos hemos propuesto crear la guía definitiva para aprender a comprar un diamante. Sencilla pero certera. Cuando termines de leer nuestro artículo, serás casi un experto. Comenzamos.

Diamantes: Cada pieza es única

Empezamos respondiendo a la pregunta ¿Por qué cada diamantes es único? Para que un diamante se origine, deben pasar millones de años y cientos de sucesos geológicos. Un diamante real, puro y totalmente bruto es producto de la naturaleza, y ya sabemos como ésta se las gasta… Este proceso que acabamos de comentar, hace que cada diamante tenga una serie de características únicas en su estructura, que por supuesto son imposibles de replicar. Añadiendo que la composición original de cada diamantes varía en forma y kilates. Por lo que es su forma y origen, principalmente, lo que hace que cada piedra preciosa de este tipo sea distinta.

¿Cómo comprar un diamante?

En el sector de la joyería se habla de las 4 características que son las que determinan el valor real de un diamante. Las vemos a continuación:

  • Talla: Estamos ante una de sus características más importantes. Hablamos de la forma que tiene al ser tallado, por un profesional. Este es el encargado de darle forma al diamante. De hecho, muchos expertos aseguran que es el tallaje y la forma que se le da al diamante el criterio más relevante para saber su precio y valor. La forma determina su destello así que… Un diamante con gran claridad puede perder muchísimo valor si este no es tallado correctamente.
  • Color: Otro factor muy importante. Se les da mayor valor a aquellos diamantes que son totalmente incoloros, pero no son muy usuales. A partir de este nivel incoloro, se van añadiendo grados de coloración y variando su valor en consecuencia. De hecho, existe una escala de valor en función de la coloración. Esta empieza con los diamantes tipo D, siendo los siguientes E, F y G. Este primer grupo ostenta una coloración muy ligera. Por otro lado, los diamantes de tipo H, I, J, K.. hasta la Z. disminuyen su precio progresivamente, conforme más color tienen.
  • Claridad: Digamos que es el factor de menor importancia, aunque obviamente debemos comprobar que el diamante es puro. Existen imperfecciones en los diamantes que disminuyen su claridad, y por ende, su valor. También nos fijamos en una escala de claridad para estimar su precio.
  • Quilates: Podemos caer en el error de relacionar el tamaño de una pieza con la cantidad de quilates, pero esta creencia no puede estar más lejos de la realidad. Los quilates miden el peso, no el tamaño. Hay diamantes que pesan mucho y que son pequeños y viceversa. Los quilates hacen variar el valor de un diamante pero no es lo único que debemos tener en cuenta.

Los diamantes deben ir acompañados de un certificado gemológico que ha sido realizado por un profesional. Mediante este examen exhaustivo, el profesional da su opinión en base a las características que hemos mencionado antes, para que posteriormente se pueda realizar la tasación. Recomendamos encarecidamente que no se compre ningún diamante que carezca de certificado gemológico. Este, además, te servirá para verificar que estamos ante un diamante real y no una réplica o falsificación.

Consejos clave para comprar un buen diamante

  • Certificado gemológico siempre: Lo acabamos de explicar pero lo volvemos a repetir dada su relevancia. Exige este documento, tanto para verificar su valor como para poder revender el diamante, porque te lo van a pedir. Siempre puedes hacerle tu uno pero si ya lo tienes no será necesario,
  • Un diamante es muchos más que sus quilates: Tenlos en cuenta, por supuesto, pero el valor del diamante reside en la combinación de las 4 características, sobre todo, en su tallaje y forma.
  • No te fíes de descuentos o precios demasiado bajos: Un diamante vale lo que vale, ni más ni menos. Por eso no debes confiar en vendedores que varíen el precio de su pieza sin razón aparente.
  • Tu intuición es importante: Ese feeling que todos sentimos alguna vez. Los valores intangibles que no se ven, pero que están ahí. Confía en tu criterio y todo saldrá bien. Si te encanta un diamante, es el tuyo.
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